sábado, 23 de julio de 2016

Versiones

Hace un tiempo escuche unas palabras en la película “Her”.

Parafraseando, el protagonista decía algo así como:

“…a veces, siento que he sentido todo lo que nunca voy a sentir, desde ahora no sentiré nada nuevo, solo… unas versiones menores de lo que ya he sentido…”
 
Eso que dijo, es algo que muchas veces he pensado en mi vida, es una reflexión que llega cuando hay tristezas…

La película aunque tiene unas bases muy ficticias, es muy real en cuanto a lo que se puede sentir y pensar cuando uno se siente solo.

Y muy sincera al describir las etapas del andar de dos personas… y como va cambiando la relación hasta llegar a un punto, donde no hay retorno y el pasado se vuelve tan entrañable…

Muy sincera en cuanto a la velocidad con la que vamos cambiando constantemente.
Y vamos exigiendo tanto al otro.
Y queriendo que llene carencias, o sospechando, y desconfiando…

Siempre andamos en busca de alguien que recree eso que nos falta, y que anhelamos sentir, o a veces eso que sentimos pero ya se fue.

Ese entusiasmo por la vida, por esas cosas que nos hacen sentirnos vivos.

No voy a contar la película, merece que la miren, con una mente abierta y ver ese mensaje que quiso dar quien la hizo.

El final me pareció tremendamente certero como conmovedor, como son las relaciones, como la vida misma, a veces triste. Y no por ello menos hermosa.

Es increíble por todo lo que los humanos tenemos que pasar, aun cuando estamos acompañados, podemos sentirnos completamente solos.

Nos queda ese instante de conexión, de amor. Esos breves momentos cuando nos sentimos parte de otro y al otro parte de nosotros. Porque verdaderamente el amor es esa fusión, esa unión donde se pierden uno en el otro. Aunque luego sigan cada uno su camino.


jueves, 21 de julio de 2016

A la vuelta de la esquina...

Cuando llevamos bastante tiempo caminando y viendo el mismo horizonte tendemos a creer que no habrá más nada… se nos olvida que los horizontes se abren cada vez y cambian no solo para mal, sino también para bien…

Creemos que conocemos inclusive nuestro interior y todas sus aristas por dentro, y a veces ni eso conocemos… la ventana cerrada, ¿quién sabe que habrá cuando se abra?

El peligro de permanecer bajo el mismo esquema es ese, convencerse que no hay más nada…

Muy engañoso es el corazón, ¿quién lo conocerá?, cuan ciertas son estas palabras.

Estoy convencida que uno de los mayores errores que se comenten en la vida es pensar que sabemos cómo va a reaccionar nuestro corazón ante lo que nos sucede en la vida…

Una clave para saberlo son las puertas que dejamos abiertas, las ventanas, llamadas sueños, no digo expectativas, esas que se depositan en otros; me refiero más a aquello que serías capaz de hacer, las montañas que te atreverías a escalar o derribar… los mares que cruzarías nadando o que por encima te atreverías a volar… Las ideas con las que podrías bregar, lidiar o derribar… los sentimientos con los que podrías luchar, los odios que podrías contener o desechar, y ¿por qué no? , los amores que estarías dispuesto a dejar, soltar… y lo más interesante que ahora se me ocurre, dándole la vuelta , ¿a quién no le ha pasado que al dejar un amor, al soltarlo al viento y dejarlo ir, incluso al desecharlo y hasta despreciarlo, al ver lo lejos que iba en aquel horizonte donde todo se va empequeñeciendo, fue sintiendo al mismo tiempo como también ese amor se llevaba consigo una gran parte del corazón dejándolo solo, incompleto… son esas cosas que no se prevén… y que nos sorprenden tanto… Ah la vida! a veces ni se sabe qué o a quién quiere el corazón.  

A veces ni se sabe que la mente busca aventuras locas, libertades diferentes;  pero resulta que el corazón es tan feliz en una playa tranquila con olas calmadas trayendo en si el aroma de la brisa…

¿Quién sabe lo que hay a la vuelta de la esquina?  

No solo ante lo que se aproxima,  desconocido, sino también es bueno agregar lo que creemos tener completamente medido…


sábado, 16 de julio de 2016

Siempre viene algo mejor


Hay una frase que dice "después de la tempestad viene la calma" y me refiero justo a esta frase, porque sé que muchos de nosotros estamos pasando por momentos difíciles y sentimos que jamás va a volver la felicidad. Pero no olvidemos que estar vivos es una virtud, que todo lo que está pasando es por una razón que después vamos a agradecer y que lo más importante es seguir luchando aun cuando creemos no poder, debemos sacar fuerza de nuestro ser.
Ahora estamos vivos y podemos disfrutar de los buenos y malos momentos y debemos agradecer por ello. Es importante seguir luchando y ser positivos, luchar pensando en que todos nuestros sacrificios van a ser recompensados. Es importante saber que si eres fuerte, podrás contar tus acontecimientos y si eres débil y negativo, te la pasarás sufriendo lo que te impone el destino.

No olvides que si te la pasas llorando, no podrás ver el hermoso futuro que te tiene la vida, no podrás ser feliz de pequeñas cosas, como el canto de los pájaros, las flores coloridas, la sonrisa de un bebé o la mirada de perro. No olvides que la forma más fácil de sacar una sonrisa es sonriendo.

Siempre viene algo mejor para nosotros.

¡Sigue adelante!


sábado, 9 de julio de 2016

Soy fuerte

Me he dado cuenta de una cosa muy importante, y es de la fuerza que hay que recobrar para levantarse, que lo más peligroso no es caerse, no es equivocarse, o fallar… lo más peligroso es no volver a encontrar las fuerzas para continuar, para levantarse, para sobreponerse… 

Es esa falla que se origina por dentro, ese sentirse roto e inhabilitado lo que paraliza… Hay que sobreponerse, no importa lo que digan los demás, no importa lo inadecuado que podamos parecer…, hay que levantarse, dar la cara, no importa si es fea, o si no es tan bonita como quisieras… Hay un poder que se halla en lo profundo, que se pierde cuando perdemos toda esperanza de ver aquello que nuestro corazón tanto ansia y que más que ansiar, necesita… 

Lo más peligroso del fracaso reiterado es esa perdida, la perdida de las ganas, de la ilusión… cuando se rompe, cuando te das cuenta que no será más… un frío recorre el cuerpo y te sientes como muerto… pero ya lo sabía, sabía que todo es tan simple, para vivir, solo hace falta respirar… y abrir los ojos y mirar y darte cuenta que aun estas aquí… Que perder las ganas es lo peor que puede pasar… perder la esperanza. 

Que no era lo peor el fracaso, ni el dolor, ni el golpe que rompió tu centro en dos… eso no era lo peor… lo peor era perder esa fuerza vital que por dentro anima. ¿Quién o qué puede quitarnos eso, la fuerza para sobreponernos… esa fuerza original, llámese animo, llámese alegría, que no me refiero a la felicidad, sino a esa sonrisa que desde adentro se improvisa… 

Es esa sonrisa que en mi caso aflora cuando miro a un pequeño moverse con cierta torpeza sobre sus primeros pasos, cuando miro un amanecer que pareciera prometer tanto y tanto… la aurora que no se da por vencida con ese regalo de cada día… 

Esa sonrisa del alma sincera es lo que nunca se puede perder…, a veces, en lo más profundo parece perderse pero siempre alrededor todo respira, y te recuerda que adentro estas hecho de lo mismo que las plantas, de lo mismo que la tierra, que vienes de allí y que eres en último caso de ella, y también del cielo que el agua refleja… somos polvo al fin y al cabo… o quizá un poco de niebla…

https://www.facebook.com/IdeasCreativasParaHacerteFeliz/

domingo, 3 de julio de 2016

¿QUÉ TAL SI ME PERDONO?


Me he sentado a tomar un café conmigo mism@ frente al espejo y me descubrí alzándome la ceja como siempre, entonces me dije a mi misma; ¡Ya estuvo bueno de ser tan dura! y qué lo mejor era simplemente. Perdonarme.

Me perdono por dejarme en último lugar infinidad de veces...

Me perdono por hacerme pedazos para completar a otros...

Me perdono por no tener tiempo para mí...

Me perdono por no hacerme caso, y tropezar con el mismo obstáculo una y mil veces...

Me perdono por poner mi salud como un pendiente y no como una prioridad...

Me perdono por haber hablado de más...

Me perdono por haberme callado...

Me perdono por confundir resignación con tolerancia...

Me perdono no gastar en mí lo que sin reparo gasto en alguien más que a veces no lo merece...

Me perdono por mentirme...

Me perdono por no verme al espejo más seguido...

Me perdono por no ser más amable conmigo misma...

Me perdono por no tenerme paciencia ni tener constancia...

Me perdono por ser tan ruda cuando se trata de mí...

Me perdono no encajar en un molde...

Me perdono por no permitirme muchas cosas...

Me perdono por no disfrutar de otras tantas...

Me perdono por no valorar los momentos que valen la pena y darme cuenta muy tarde...

Me dije a mi misma; debemos aprender a soltar, a dejar ir y sobre todo; ¡A perdonar!.

Debemos hacer frente común contra el mundo que está en nuestra contra... simplemente es el mundo y la gente es gente con lo bueno y con lo malo, a veces sólo estamos parados en el camino equivocado con alguien que viene a todo pulmón y nos arrasa sin miramientos.

No hay explicaciones ni justificaciones, es así y así sucede. ¿Sabes?, le dije a mi niña interior necesito tu apapacho, tu abrazo, tu complicidad, he aquí el trato...

Menos reproches y más amor, menos revivir el momento y más perdón.

¿Y si me perdono? Ampliamente y de verdad, sin echarme en cara después mi errores, sin pensar en un problema toda la noche, sin sentir un punzada con un recuerdo corrupto cruzándonos la mente.

¿Y si perdono mis errores y mi pasado? Sí, me perdono, me acepto, me acomodo las piezas y me reseteo la memoria y el corazón para poder perdonarme...

¡Si, me perdono para empezar a vivir!...


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