jueves, 4 de agosto de 2016

Ilusiones

Hacer contacto con otro ser humano. Sentir que siente como yo siento. Sé que es una ilusión porque dura muy poco esa impresión. Al poco tiempo descubro los matices, las diferencias. 

La equivocación que cometo cuando creo que mirábamos lo mismo. Cuando me doy cuenta que el azul para mi es mar y para el es cielo, aunque azul, como dice la canción, el mar y el cielo nunca podrán tocarse…

Más dramático es descubrir que tan solo era yo quien miraba a lo lejos algún azul y la otra persona no miraba ni siquiera los colores… y que a quien creías conocer no era al otro, sino que la otra persona tan solo revelo el cumulo de impresiones que tenia dentro, que hizo posible mirarme, tan solo a mí misma.

Pero en esto que me ocurre creo que si puedo darme la mano con muchas personas, pues nos parecemos en ese instante en que descubrimos que el otro ser que conocimos era un fajo de ilusiones, ilusiones encerradas dentro de uno mismo.

Que lo más certero que pudiéramos hacer es interpretar nosotros mismos ese ser ideal, hermoso, que alberga dentro de sí todo lo anhelado… Si hiciéramos así, se nos pudiera ir la vida en ello, pero al menos pudiéramos darnos cuenta que pedimos a otros demasiado…

Creo que todo en la vida es ilusión, ilusión es saber lo que otros piensan, saber qué es la belleza, saber quién soy, quien eres.
Ilusión es saber donde se encuentra la alegría de vivir.

Todo es ilusión porque la verdad siempre nos va a golpear con más fuerza de la que esperamos. Hay cosas que tienen más valor de la que pensamos. Más tarde lo descubrimos. Cuando miras el rostro de tu hijo y sientes que por una sonrisa suya eres capaz de renunciar a todo, o de tomarlo todo… Y que esa breve certeza puede pintar tu camino y hacerlo todo más sencillo.

Son esas breves certezas las que ponen las ilusiones en su sitio, y las despojan de valor sino lo tienen, o le prende alas para que se eleven por encima más alto…

Son esas breves certezas que golpean por dentro, que sorprenden por inesperadas, las que nos sitúan en la realidad. Las que nos van definiendo como personas. Las que nos van descubriendo qué es lo importante. Para que no vayamos ciegos tratando de hallar en otros eso que es tan importante para nosotros, porque a veces no terminamos de saber qué es lo que nos mueve.

Hay que tener valores, sin duda, pero más importante es vivir eso que tanto valoramos. En el camino iremos soltando lo que sea necesario soltar y tomando lo que debamos tomar. 

Las ilusiones siempre nos acompañaran ellas irán cambiando con nosotros, creciendo o menguando pero son tan necesarias para vivir… Algunas se pasean por allí y caminan alrededor y te sonríen como creías que nadie podía hacerlo. Y te capturan tan solo en un breve instante...


martes, 2 de agosto de 2016

Cuando no eras tan bueno...

“Te ame ayer, te amo hoy, y te seguiré amando. Te ame desde los 14 años, cuando no eras tan bueno como lo eres hoy. Hoy eres muy bueno”. 

Esta es la declaración de una mujer mayor a su esposo en su aniversario de bodas. Lo vi en la serie Duck Dynasty.
 
Me llamo la atención porque dijo: “te ame cuando no eras tan bueno”. Es noble. Aunque lo está diciendo muchos años después, 50 años. Quizás ella a los 14 años no sabía que él “no era tan bueno”.
Pero el amor es así.

El amor mira con los ojos puestos más allá del momento, y puede ver lo que nadie más ve. Puede ver un rostro hacia el pasado encontrando la ternura perdida allá en la infancia, o mira imaginando al gran hombre que será en el futuro, o mira simplemente sintiendo sin saber porqué.

Luego, si encuentra espacio, ese primer amor formará vínculos que crecerán con el tiempo, e irá descubriendo cosas que de otra forma no se pueden descubrir, se puede llegar a sentir lo que de otra forma sería prácticamente imposible. Se anidarán sentimientos como volcanes internos, que no se sabe que están debajo de la tierra, y que solamente hacen erupción ante la separación…

Por eso las separaciones de personas que se han amado durante años son tan dramáticas. Nadie sabe lo que puede pasar sino cuando suceden, ni siquiera los involucrados. Solamente cuando ocurren, se sabe el daño tan grande que ocasionan. Porque no son dos, son uno, que cuando se separan quedan rotos por el medio….

Aunque en la actualidad las parejas no les dan el tiempo a las relaciones para que florezcan, por ello no llegan a saber lo que pueden llegar a tener o perder.

Me quedo pensando en esa frase, y a veces se llega a convertir en: “Te quise cuando eras difícil de amar…” Y el amor era tan dulce…

¿Qué tienen esas primeras impresiones que se quedan? y son capaces de construir sobre el mar castillos… y son capaces de empeñarse en quedarse aunque lo que mire sea vacio…

¿Y qué es eso que se construye por dentro que es imposible de romper hasta por el tiempo…?

Es porque el amor forja y hace al que lo profesa… Y al contrario de lo que se piensa transforma y va amoldando al que lo sufre, al que puede sentirlo y puede recrearlo de la nada… hace más al que lo da que al lo recibe.

Y son castillos inmensos que se construyen por dentro…

“Te ame cuando no eras tan bueno…” Me encanta esta frase… 

¿Quién ama, o quién sigue amando hoy así?

Seguro son muchos…